La industria de procesado de alimentos afronta uno de los mayores retos de la fabricación moderna: garantizar alta productividad y calidad en entornos donde las tareas son diversas, repetitivas y, a menudo, físicamente exigentes. Hoy en día, muchas operaciones siguen dependiendo de la intervención manual, ya sea mover cajas entre líneas de producción, alimentar estaciones de procesado o mantener estándares de higiene y trazabilidad en las instalaciones.
ROSALYA (Robots Autónomos en Logística y Alimentación) está redefiniendo cómo la automatización puede transformar estos procesos. El proyecto busca desarrollar robots móviles inteligentes y manipuladores móviles capaces de encargarse de tareas logísticas y productivas que, hasta ahora, han sido difíciles, cuando no imposibles, de automatizar. Combinando manipulación móvil, interacción intuitiva entre humanos y robots, monitorización del entorno y coordinación mediante 5G, ROSALYA está sentando las bases de una nueva generación de robótica flexible, segura y eficiente para el sector alimentario.
El papel de PAL Robotics y las plataformas que impulsan ROSALYA
En el corazón del proyecto se encuentran TIAGo Pro y la TIAGo OMNI Base, dos plataformas de PAL Robotics que aportan capacidades complementarias al entorno de procesado de alimentos.
TIAGo Pro, con su base omnidireccional, brazos con control de par y avanzadas capacidades de percepción, aporta la inteligencia de manipulación necesaria para automatizar tareas complejas dentro de la planta.
TIAGo OMNI Base ofrece logística autónoma, ágil y fiable, permitiendo un flujo de materiales en entornos de fábrica dinámicos.
Juntas, estas plataformas permiten a ROSALYA explorar algo que los robots industriales tradicionales no pueden ofrecer: robótica móvil híbrida, donde navegación, manipulación, percepción e interacción conviven en un mismo sistema. En PAL Robotics lideramos la integración de estas tecnologías, desarrollando software, lógica de gestión de flotas, estrategias de navegación, canalizaciones de percepción y capacidades de interacción humano-robot adaptadas a aplicaciones reales de la industria agroalimentaria.
Comprender la industria para diseñar los procesos robóticos adecuados
ROSALYA comenzó con un análisis exhaustivo sobre el terreno en plantas de producción reales, donde junto con los socios del proyecto, mapeamos flujos de trabajo y detectamos las tareas en las que la manipulación móvil y la coordinación de AMRs pueden generar mayor impacto.
Esta base garantiza que las tecnologías desarrolladas, desde manipuladores móviles hasta localización mediante 5G, respondan a necesidades operativas reales; como carga y descarga de plataformas, transferencia de materiales entre estaciones y asistencia en tareas.
Avances en manipulación móvil para tareas de producción
Uno de los objetivos centrales de ROSALYA es llevar una manipulación robusta a plataformas móviles. Esto abre la puerta a la automatización en áreas donde los robots fijos no pueden acceder o adaptarse. En el proyecto se investiga cómo un manipulador móvil puede desplazarse con seguridad por la fábrica, percibir su entorno e interactuar con productos, contenedores y superficies de manera que complemente el trabajo de los operarios.
Estas capacidades permiten abordar una amplia variedad de tareas: recogida y colocación de productos, transferencia de materiales entre zonas de trabajo, carga y descarga desde robots móviles, apoyo a los operarios en manipulaciones repetitivas o ejecución de acciones de microfabricación que requieran destreza. Validando estos escenarios en laboratorio, estamos construyendo una hoja de ruta hacia su despliegue industrial real.
Un paso hacia las fábricas del futuro
A medida que ROSALYA avanza, el trabajo con TIAGo Pro y la TIAGo OMNI Base muestra cómo podría ser la próxima generación de automatización en fábrica. Robots móviles que comprenden su entorno, apoyan a los trabajadores, se adaptan a nuevas tareas y se comunican mediante interacción natural, ya no son ciencia ficción; están tomando forma en los laboratorios y pilotos de proyectos.
Lo que emerge es un nuevo modelo de colaboración entre personas y robots, en el que la tecnología no sustituye la experiencia de los operarios, sino que la potencia. Al dotar a los robots de capacidades de navegación, manipulación, aprendizaje y comunicación, ROSALYA abre la puerta a instalaciones de procesado de alimentos más seguras, flexibles y resilientes.
